La nada más absoluta

¿Qué queda de la canción si no es su cantante, la historia de su estilo, su vestuario, el compositor de la primera versión, ni lo que se supone que quiere decir, lo que quiso decir o lo que tengo que deducir? En La nada más absoluta quiero poner a prueba si podemos ‘mirar’, ‘escuchar’ y ‘estar’ desligadas de las referencias, más allá de lo que nuestras posiciones pueden juzgar, de nuestras posturas e interpretaciones. 

El planteamiento de la investigación es la construcción de un tiempo escénico-musical que no se pueda anclar a referencias concretas, que se mantenga siempre más allá de lo que se pueda nombrar y etiquetar. 

Esta es una experimentación utópica con aquellas emociones inabarcables que vivo cada vez que veo bailar a Sandra Gómez, cada vez que escucho a Leonor Leal, cuando comparto tiempo y espacio con Itxaso Corral, en alguna noche de fiesta, en algún concierto multitudinario o movido por Shangela en el Razzmataz de Barcelona.

Foto de Andrea Sánchez

(En proceso. La primera muestra pública tuvo lugar dentro de la programación Dame Cuartelillo de Conde Duque, Madrid, 2018).

La primera prueba de La nada más absoluta fue una creación site specific para Conde Duque, Madrid: un ejercicio con el público, con nuestros cuerpos y con las partículas que componen los ladrillos de los muros del edificio. A partir del encargo de los comisarios del festival, Diana Delgado-Ureña y Jaime Vallaure, preparé una serie de canciones para ser cantadas en una sala del centro cultural, antiguo cuartel militar. Localizando acciones e imágenes en la arquitecura del edificio mientras cantaba trataba de distraer la atención del contenido de las letras de las canciones, de aquellas atmósferas o respuestas que se iban generando para enmarañar la experiencia del espectador en una suerte de visita guiada – concierto casero – acampada escurridiza.

Creación: Anto Rodríguez / Canciones: Óscar Bueno y Anto Rodríguez / Agradecimientos: Jaime Vallaure, Diana Delgado-Ureña y equipo técnico del CC Conde Duque.